
Dictamen Pericial, Juramento Estimatorio, Contraperitaje, elaboración, Estructuración y Cuantificación de Daños y Perjuicios economicos y financieros, Lucro Cesante, Daño Emergente, Reparación Integral, Daño a la salud, y Daño moral. Juan C. Mendoza. Perito Judicial, Experto Financiero Avaluador en Daños & Perjuicios. C.S.J. Docente Universitario. Investigador en Economia Forense. CONTACTO: CEL: 310 8752170. WEB: danosyperjuicios.webnode.com.co/ E Mail: economiaforense2@gmail.com
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miércoles, 14 de octubre de 2015
martes, 13 de octubre de 2015
DAÑOS Y PERJUICIOS POR FALTA DEL RECONOCIMIENTO DE LA INDEMNIZACIÓN EN CONTRATO DE AGENCIA.
Una de las
características principales del contrato de agencia comercial es la
estipulación de la indemnización y la denominada cesantía comercial
establecidas en el artículo 1324 del código de comercio. La agencia
comercial, regulada en los artículos 1317 y siguientes del Código de Comercio,
es un contrato de colaboración empresarial por medio del cual “…un comerciante asume en forma independiente
y de manera estable el encargo de promover y explotar negocios en un
determinado ramo y dentro de una zona prefijada en el territorio nacional, como
representante o agente de un empresario nacional o extranjero…”
El agenciado,
ha buscado diferentes mecanismos para soslayar el pago de la
indemnización y la cesantía establecida en el artículo referenciado; lo cual ha
generado una desnaturalización del contrato de agencia comercial, convirtiendo
la relación jurídica de la agencia comercial en una tipificación
contractual totalmente diferente. La globalización y la
internacionalización ha llevado entonces a que de una u otra forma las empresas
extranjeras como las nacionales pretendan desconocer en ciertos negocios, el
carácter de orden público por encima de la voluntad de las partes. Este desconocimiento
de la indemnización genera perjuicios para el agente después de haber generado
un posicionamiento de marca o producto en una determinada plaza comercial. La gestión
del agente como canal de distribución llega a poseer la figura de un activo
intangible que debe ser reconocido.
El artículo
1324 del Código de Comercio, que hace referencia a la “cesantía comercial” así
reza:
Art. 1324.
El contrato de agencia termina por las mismas causas del mandato, y a su
terminación el agente tendrá derecho a que el empresario le pague una suma
equivalente a la doceava parte del promedio de la comisión, regalía o utilidad
recibida en los tres últimos años, por cada uno de vigencia del contrato, o al
promedio de todo lo recibido, si el tiempo del contrato fuere menor.
Además de la prestación indicada en el inciso anterior, cuando el empresario revoque o dé por terminado unilateralmente el contrato, sin justa causa comprobada, deberá pagar al agente una indemnización equitativa, fijada por peritos, como retribución a sus esfuerzos para acreditar la marca, la línea de productos o los servicios objeto del contrato. La misma regla se aplicará cuando el agente termine el contrato por justa causa imputable al empresario.
Además de la prestación indicada en el inciso anterior, cuando el empresario revoque o dé por terminado unilateralmente el contrato, sin justa causa comprobada, deberá pagar al agente una indemnización equitativa, fijada por peritos, como retribución a sus esfuerzos para acreditar la marca, la línea de productos o los servicios objeto del contrato. La misma regla se aplicará cuando el agente termine el contrato por justa causa imputable al empresario.
Para la determinación
del valor de la indemnización se tendrá en cuenta la extensión, importancia y
volumen de los negocios que el agente adelantó en desarrollo del contrato. Si
es el agente el que da lugar a la terminación unilateral del contrato por justa
causa comprobada, no tendrá derecho a indemnización o pago alguno por este
concepto. Referencia: Alfonso Gómez Abogados.
lunes, 12 de octubre de 2015
DAÑOS Y PERJUICIOS ECONÓMICOS CAUSADOS A LOS CONSUMIDORES POR LA CARTELIZACIÓN EMPRESARIAL EN EL SECTOR DEL AZÚCAR PARA OBSTRUIR IMPORTACIONES.
El Superintendente de Industria y
Comercio, Pablo Felipe Robledo, mediante Resolución No 80847 del 7 de octubre
de 2015, en ejercicio de sus funciones de inspección, vigilancia y control,
sancionó a ASOCAÑA, CIAMSA, DICSA y DOCE (12) INGENIOS AZUCAREROS por haber incurrido en la conducta de acuerdos anticompetitivos o
cartelización empresarial para obstruir de manera concertada, coordinada y
continuada, las importaciones de azúcar hacia Colombia provenientes,
fundamentalmente, de Bolivia, Guatemala, El Salvador y Costa Rica.
La Superindustria también sancionó a CATORCE (14) ALTOS DIRECTIVOS del
sector azucarero por haber colaborado, facilitado, autorizado, ejecutado o
tolerado la conducta anticompetitiva sancionada en la modalidad de
cartelización empresarial.
Las sanciones impuestas por la Superindustria ascienden, en total, a una
suma superior a los $ 320 MIL MILLONES de pesos. Las multas impuestas a los
ingenios no superan el siete por ciento (7%) de sus ingresos operaciones
anuales ni el siete por ciento (7%) de su patrimonio.
Para la imposición de las sanciones, se tuvo en cuenta como agravante que
algunos de los ingenios y personas naturales sancionadas multados, habían sido
declarados responsables en el año 2010, por cartelización en los precios de
compra de la caña de azúcar a los cultivadores.
Con base en
estas conclusiones, el Superintendente de Industria y Comercio, previo consejo
unánime del Consejo Asesor de Competencia, impone las siguientes sanciones a ASOCAÑA (gremio del sector azucarero), a CIAMSA y DICSA (empresas del sector azucarero), a
doce (12)
INGENIOS AZUCAREROS y a14 ALTOS DIRECTIVOS, las
siguientes sanciones o multas:Fuente: Superintendencia Industria y Comercio.
jueves, 8 de octubre de 2015
INDEMNIZACIÓN COMERCIAL COMO PRESTACIÓN ECONÓMICA INEVITABLE EN EL CONTRATO DE AGENCIA
El contrato
de agencia comercial es una de las principales figuras jurídicas utilizadas
para la intermediación comercial tanto nacional como extranjera, configurándose
en una institución jurídica de total importancia para el crecimiento económico
del país. Una de las características esenciales del contrato de agencia
comercial es la estipulación de la indemnización y la denominada cesantía
comercial establecidas en el artículo 1324 del código de comercio.
Art. 1324.- El contrato de agencia termina por las
mismas causas del mandato, y a su terminación el agente tendrá derecho a que el
empresario le pague una suma equivalente a la doceava parte del promedio de la
comisión, regalía o utilidad recibida en los tres últimos años, por cada uno de
vigencia del contrato, o al promedio de todo lo recibido, si el tiempo del
contrato fuere menor.
Además de la prestación indicada en el
inciso anterior, cuando el empresario revoque o dé por terminado
unilateralmente el contrato, sin justa causa comprobada, deberá pagar al agente una indemnización equitativa,
fijada por peritos, como retribución a sus esfuerzos para acreditar la
marca, la línea de productos o los servicios objeto del contrato. La misma
regla se aplicará cuando el agente termine el contrato por justa causa
imputable al empresario.
Para la fijación del valor de la
indemnización se tendrá en cuenta la extensión, importancia y volumen de los
negocios que el agente adelantó en desarrollo del contrato.
Si es el agente el que da lugar a la
terminación unilateral del contrato por justa causa comprobada, no tendrá
derecho a indemnización o pago alguno por este concepto. (Negrilla por cuenta de este perito).
El
contratante o agenciado, ha buscado diferentes mecanismos para
evitar el pago de la indemnización y la cesantía establecida en el artículo
referenciado; lo cual ha generado una desnaturalización del contrato de agencia
comercial, convirtiendo la relación jurídica de la agencia comercial en
una tipificación contractual totalmente diferente.
La
globalización y la internacionalización ha llevado entonces a que de una
u otra forma las empresas extranjeras como las nacionales pretendan
desconocer en ciertos negocios, el carácter de orden público por encima
de la voluntad de las partes.
Extracto del Código de Comercio y de la
dilucidación del artículo
1324 del código de comercio relativo al tema del contrato de agencia comercial en
donde se estipula una indemnización económica. Véase Cesantía Comercial Elemento
Determinante del Contrato de Agencia por FRANZ LEONARDO MARCELO
BEDOYA RUBIO, Abogado Especialista en derecho comercial.
lunes, 7 de septiembre de 2015
INDEMNIZACION DE DAÑOS Y PERJUICIOS POR CUENTA DE LA VIOLACION DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL Y SUS DERECHOS EN EL CASO DE UNA PATENTE DE OBTENTOR VEGETAL
Para la adecuada comprensión del problema abordado en la acusación,
pertinente resulta recordar que el litigio surge porque las actoras le atribuyen
a la convocada la comisión de infracciones que han afectado los “derechos de Obtentor” que afirman tener
reconocidos sobre las “variedades de rosas
Hilmoc y Hilrap” y, como consecuencia de ello reclaman la adopción de
medidas para asegurar su protección, además la condena a la indemnización por
los perjuicios derivados de lo dejado de percibir por la “venta de miniplantas” y por la no “suscripción de licencias de explotación y pago de regalías”, los cuales
cuantifican en dólares estadounidenses, exigiendo intereses moratorios sobre esas
sumas de dinero.
La problemática abordada en el cargo objeto de estudio, recae sobre el
tema de la “indemnización de perjuicios”,
derivada de la afectación patrimonial irrogada por el desconocimiento o
violación de “derechos de obtentor
vegetal”, para el caso, los que afirman tener las empresas
demandantes.
Dado el problema jurídico que comporta la “indemnización de perjuicios”, la Corte para ambientar la “interpretación prejudicial” sometida a
consideración del “Tribunal Andino de
Justicia”, se cuestionó si “en la
legislación interna de Colombia existe remisión para aplicar al ‘régimen común
de protección de los derechos de los obtentores de variedades vegetales’ en lo
que fuere compatible, la regulación sobre las ‘acciones por infracción de
derechos de la propiedad industrial’ contenida en la ‘Decisión 486 de 2000 de la
Comisión de la Comunidad Andina’” y, ante esa circunstancia le solicitó
conceptuar acerca de “¿qué alcance tienen
en lo relativo a daños o perjuicios los artículos 239 y 243 ibídem, en cuanto a
los legitimados para reclamarlos y respecto de los factores o elementos que
comprenden?”
Al absolver la consulta el citado órgano jurisdiccional, reconoce que “la Decisión 345 de la Comisión del Acuerdo
de Cartagena no hace referencia al tema de daños y perjuicios y su cálculo,
dejando, en consecuencia, su reglamentación al Derecho Interno del País
Miembro, conforme al principio de complemento [indispensable] (…).
“Si en la legislación
del País Miembro existiere remisión, en lo que fuere aplicable al tema, a las
disposiciones contenidas en la Decisión 486, se debe tener en cuenta lo
siguiente: - Las disposiciones contenidas en los artículos 239 y 243 de la
Decisión 486 de la Comisión de la Comunidad Andina indican: - ‘Artículo 239.-
El titular de una patente tendrá derecho a ejercer acción judicial por daños y perjuicios
por el uso no autorizado de la invención o del modelo de utilidad durante el
período comprendido entre la fecha en que adquiera carácter público y pueda ser
consultada la solicitud respectiva y la fecha de concesión de la patente. El
resarcimiento sólo procederá con respecto a la materia cubierta por la patente
concedida, y se calculará en función de la explotación efectivamente realizada
por el demandado durante el período mencionado’. – ‘Artículo 243.- Para efectos
de calcular la indemnización de daños y perjuicios se tomará en cuenta, entre
otros, los criterios siguientes: - a) el daño emergente y el lucro cesante
sufrido por el titular del derecho como consecuencia de la infracción; b) el
monto de los beneficios obtenidos por el infractor como resultado de los actos
de infracción; o, c) el precio que el infractor habría pagado por concepto de
una licencia contractual, teniendo en cuenta el valor comercial del derecho
infringido y las licencias contractuales que ya se hubieren concedido’.
“Dichas
disposiciones deben ser leídas en armonía con las demás normas que regulan el
tema de la infracción a derechos que concede una patente, regulados por la
Decisión 486”.
En el sub lite se observa que el ad
quem, con apoyo en el “precepto 239
de la Decisión 486 de 2000”, entendió que el resarcimiento del detrimento
patrimonial debe calcularse con base en la “explotación”
que realmente hubiere llevado a cabo la infractora de los “derechos de obtentor” protegidos y, al
revocar la decisión del a-quo, le reprochó
que “la indemnización la estableció con
base en un factor diferente, referido a la cantidad de plantas cultivadas,
multiplicado por el valor del material vegetal, constituido esto por el valor
de las regalías (…), de donde deviene inocultable que el perjuicio deducido en
la sentencia fue calculado sobre elementos hipotéticos, no señalados en la ley
(…)”. Véase la Sentencia de la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE CASACIÓN
CIVIL. Magistrada Ponente RUTH MARINA DÍAZ RUEDA. Ref.: exp. 11001-3103-019-2005-00327-01.
(extracto).
sábado, 5 de septiembre de 2015
INDEMNIZACION DE DAÑOS Y PERJUICIOS POR RESPONSABILIDAD CIVIL EN CASO MEDICO DE CIRUGIA OFTALMOLOGICA
Tiene establecido la Corte , que los “presupuestos de la responsabilidad civil del médico no son
extraños al régimen general de la responsabilidad (un comportamiento activo o
pasivo, violación del deber de asistencia y cuidado propios de la profesión,
que el obrar antijurídico sea imputable subjetivamente al profesional, a título
de dolo o culpa, el daño patrimonial o extrapatrimonial y la relación de
causalidad adecuada entre el daño sufrido y el comportamiento médico
primeramente señalado)”. (Cas. Civ. Sentencia 001 de 30 de enero de 2001, expediente
5507).
Sobre esa responsabilidad, si
bien en una época, ya distante en el
tiempo, se consideró que se ubicaba fundamentalmente en el ámbito
extracontractual, lo cierto es que la jurisprudencia de esta Corporación, desde
la recordada sentencia de 5 de marzo de 1940, ha puntualizado que,
por el contrario, aquella es
preponderantemente contractual, sin dejar de lado, claro está, que pueden
concurrir hipótesis en las que asume otro carácter.
Con abstracción de lo
anterior, esto es si el daño tuvo fuente o no en un vínculo negocial, pues el
Tribunal acertadamente ubicó el litigio dentro del espectro de la
responsabilidad dimanada de un pacto, en el caso que transita por la Sala , luego de promoverse una
acción civil motivada en las lesiones que produjo a la convocante un procedimiento
médico, la primera instancia acogió parcialmente las súplicas incoadas y el juzgador de segundo grado ratificó en su
integridad el fallo que fue apelado por ambos extremos del debate. Así, la
ordenación confirmada por el ad quem,
dispuso el pago solidario con cargo a los demandados CENTRO OFTALMOLÓGICO
COLOMBIANO y LUÍS ANTONIO RUÍZ MURCIA de unas sumas por concepto de lucro
cesante pasado, perjuicios morales y daño a la vida de relación.
Dicho
de otra manera, la vulneración recta de las reglas sustanciales, que como
motivo de casación contempla la causal inicial del artículo 368 ejusdem, sólo se produce cuando, al
margen de toda discusión probatoria, el sentenciador deja de emplear en el caso
controvertido, la norma a que debía sujetarse y, consecuencialmente, hace
actuar disposiciones materiales extrañas al litigio, o cuando habiendo acertado
en la norma rectora del asunto yerra en la interpretación que de ella realiza. También
ha sido criterio reiterativo de la
Sala , que cuando la denuncia se orienta por la vía directa,
presupone que el censor viene aceptando plenamente las conclusiones fácticas y
probatorias deducidas por el Tribunal. Fuente. Ref: Expediente No 11001 31 03
003 1998 07770 01. Corte Suprema
de Justicia Sala de Casación Civil
INDEMNIZACIÓN DE PERJUICIOS POR GANANCIAS FRUSTRADAS O PERDIDA DE OPORTUNIDAD
La CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, en SALA DE CASACION
CIVIL, a través de fallo de 24 de junio de 2008,
expediente 2000 01141 01, determinó, a propósito de las ganancias frustradas o
ventajas dejadas de obtener, “que una cosa es la pérdida de una utilidad
que se devengaba realmente cuando el acontecimiento nefasto sobrevino, la
pérdida de un bien con comprobada actividad lucrativa en un determinado
contexto histórico o, incluso, la privación de una ganancia que con una alta
probabilidad objetiva se iba a obtener circunstancias en las cuales no hay
lugar a especular en torno a eventuales utilidades porque las mismas son
concretas, (…) y, otra muy distinta es la frustración de la chance, de una
apariencia real de provecho, caso en el cual,
en el momento que nace el
perjuicio, no se extingue una utilidad entonces existente, sino,
simplemente, la posibilidad de
obtenerla. Trátase, pues, de la pérdida
de una contingencia, de evidente relatividad cuya cuantificación dependerá de
la mayor o menor probabilidad de su ocurrencia (…)”. (Negrilla fuera de
texto).
Posteriormente, se trató la “perdida de oportunidad” como un asunto
parecido al lucro cesante, que no idéntico u homogéneo. Así, explicó la Corporación : “Problema
análogo a la certeza del daño, suscita la pérdida de una oportunidad (Perte
de Chance, Perdita di una Chance, Loss
of Chance, Der Verlust einer Chance), o
sea, la frustración, supresión o privación definitiva de la oportunidad
legítima, real, verídica, seria y actual para la probable y sensata obtención
de un provecho, beneficio, ventaja o utilidad a futuro o, para evitar una
desventaja, pérdida o afectación ulterior del patrimonio, asunto de tiempo
atrás analizado por los comentaristas desde la certidumbre del quebranto, la
relación de causalidad y la injusticia del daño”[1].
Más
adelante se anotó en la misma decisión: “En particular, la supresión definitiva de
una oportunidad, podrá comprender el reconocimiento de los costos, desembolsos
o erogaciones inherentes a su
adquisición, el valor de la ventaja esperada o de la desventaja experimentada,
cuando los elementos probatorios lleven al juzgador a la seria, fundada e
íntima convicción a propósito de la razonable probabilidad de concreción futura
del resultado útil, por lo cual, a
diferencia del lucro cesante, o sea, la “ganancia o provecho que deja de
reportarse” (artículo 1614 del Código Civil), en ella no se tiene la utilidad,
tampoco se extingue, y el interés protegido es la razonable probabilidad de
obtenerla o de evitar una pérdida”. (Negrilla fuera de texto).
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